domingo, noviembre 19, 2017

Creando lo que no existe

Discurso de despedida cuarto medio JMB 2017
Por Mario Muñoz Plaza.


Representante de la corporación Gabriel Gonzales Videla, Señora directora, Lorena Jofre Pomareda, Equipo directivo, Cuerpo docente, Asistentes de la educación, estimados estudiantes que hoy se licencian, padres y apoderados, público en general.

Queridos estudiantes: Me es muy grato dirigirme a Ustedes en esta ocasión tan especial, el día en que terminan sus años de escolaridad obligatoria y comienzan una nueva etapa en sus vidas. Cuatro años han pasado desde el primer día de clases en que acepté la responsabilidad de ser su profesor jefe. Cuatro años desde que comenzó su último ciclo de educación media y la preparación de sus proyectos de vida. Me imagino que están ansiosos.

Hoy debería hablarles del futuro, de lo que significa esta finalización de una etapa en su desarrollo personal; debería hablar sobre las emociones que significa el terminar un proceso, hacerlos llorar con palabras de despedida, recordar las visitas a los cerros, sus bailes y lo bien que lo pasamos en las giras. Pero me cuesta salir de mi rol de profesor de historia y ciencias sociales y esto me lleva a plantearme otras interrogantes y otras inquietudes con respecto al significado de esta ceremonia y apuntar hacia otra reflexión.

Me pregunto: ¿Cómo la educación que han recibido durante 12 años responde a las necesidades de justicia en un mundo donde las brechas entre ricos y pobres son cada vez más grandes?
¿De qué manera ustedes mis queridos estudiantes, podrán contribuir a disminuir las brechas existentes en un país marcado por la segregación, la desigualdad y la discriminación?

 Alguien expresó una vez que “La transformación de realidades injustas exige de una imaginación radical, una capacidad de hacer existir lo que no existe- que invente nuevos universos de significaciones y nuevos modos de acción transformadora. Desnaturalizar lo injusto, quebrar las “astucias de la hegemonía”- que una y otra vez pone como bien común sus propios intereses”[1].

Es la educación la que cumple este rol de hacer pensar con imaginación, de crear personas con autonomía, de convertirlos a ustedes estudiantes en promotores y constructores  de una nueva sociedad donde no se dé cabida a la injusticia; una educación que entrega el coraje para defender y mantener lo bueno de nuestra sociedad y que les da las herramientas para crear bien común.

Ustedes queridos estudiantes son los que tendrán esa tarea en sus manos a partir de ahora, porque es ahora cuando deben tomar conciencia de su importancia para esta sociedad. Como jóvenes, ustedes no sólo son el futuro, son ya el presente; Como adultos, ustedes poseerán  la experiencia para entregar sus valores a los que vienen detrás.

En el lugar donde se encuentren deben recordar de donde vienen, un colegio municipal, una escuela pública, donde los profesores entregamos todo por formar personas que sean un aporte a la sociedad. Recuerden que su pasado es lo que crea su identidad, y su identidad es el sello que los diferenciará del resto.

Recuerden siempre que hay un lugar que los estará recordando, que hay personas que pusieron todo su esfuerzo en darles lo mejor de sí mismo. Un lugar donde pasaron enojos, penas y alegrías, aprendieron miles de cosas que a lo mejor nunca tuvieron un sentido, pero que a partir de este momento iluminaran su camino, sea cual sea. El colegio no es un lugar donde están las verdades del universo, sino donde cada uno debería encontrar su verdad. Esa verdad que lleve a la transformación personal y social, que engrandece al ser humano y lo separa de las bestias. Es aquí donde se les entrega las armas de la imaginación, justamente para que piensen en realidades concretas, donde sean lo sueños sus guías, la acción sus herramientas y sus valores la brújula.

También quiero agradecer, a todos ustedes, mi curso, porque ustedes a nosotros también nos enseñan. Nos enseñan a no bajar los brazos, a creer en un futuro, a dar lo mejor de nosotros para ustedes, a tener paciencia y a ser autocríticos.

Queridos estudiantes que hoy egresan, hoy es un momento de alegría, es un momento para recordar, es un momento para encender sus corazones y levantar la cabeza con orgullo, porque fue su esfuerzo y la fuerza de sus espíritus los que consiguieron el salir victoriosos, traspasar las barreras del desencanto y enfrentar un mañana de desafíos con nuevas herramientas y nuevas esperanzas.

Son grandes personas y estoy convencido que lo seguirán siendo, porque en estos cuatro años los vi solucionar sus problemas unidos, los vi salir airosos de muchos desafíos, vi su capacidad de liderazgo y el sentido crítico que tanta falta hace en este mundo crédulo de mentiras. Hay que seguir trabajando en muchas cosas y ese es un reto que día a día deben tomar. Esa es parte de la gracia de la vida.

Queridos ex alumnos, les deseo lo mejor en su futuro, en sus proyectos personales, en su vida que continúan, sé que lograrán sus metas sin miedo, sin rencores, con paciencia y perseverancia. Nos encontraremos en un futuro no muy lejano, recordaremos su paso por este colegio y me contarán de lo felices que son con sus vidas, una felicidad real porque estarán haciendo lo que realmente quisieron y yo me sentiré orgulloso al saber que están haciendo existir lo que hasta ahora no existe.

Muchas Gracias!!



[1] Ana María Fernández, Profesora-investigadora de la UBA

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